Disuelve los obstáculos (Un truco de magia)

Cuando entré a la universidad, dejé de aprender francés durante un año.

Lo dejé de lado porque no quería que interfiriera con mis estudios, pues había escuchado que la universidad era muy pesada y que tenías que dedicarle todo tu tiempo a las materias.

En vez de esperar para ver si eso era verdad, o si, a pesar de que fuera pesado, iba a poder con ambas cosas, abandoné el francés a priori.

Después del primer semestre, en el que ciertamente no dije “¡Wow! ¡Me sobra tiempo!” pero tampoco me desvelaba todos los días por hacer tarea, me comencé a arrepentir de haber dejado el francés. De todos modos, era muy joven y entre más joven eres, menos difícil es aprender idiomas.

Luego de que me dije a mí misma: ahora sí voy a poder estudiar mis 8 materias + el francés (de manera autodidacta), seguía dejándolo de lado. Era lo más fácil de sacrificar porque nadie me estaba exigiendo que fuera francófona.

En ese caso, yo tenía muy claro que la escuela era lo que me impedía sentirme libre de estudiar francés, y como definitivamente no estaba en mis planes abandonar mi carrera por un idioma, decidí meterme a clases de lengua francesa para tener un poco más de presión y dejar de ponerlo de lado.

Funcionó y avancé mucho: por fin dejé de tener ese nivel peligroso en el que sientes que se te puede olvidar casi todo porque todavía no está bien consolidado. Sí tenía más cosas que hacer, sobre todo en fin de semestre, pero valía la pena.

Bloom where you're planted

No siempre es así

Sin embargo, en ocasiones no es tan claro ni tan sencillo poner atención para saber qué es aquello que interfiere, pues pueden ser demasiadas cosas:

  • No tenemos un instrumento o material (presté mis audífonos, perdí mi libro).
  • Hay muchas cosas encima o mucho desorden (¡no encuentro mis apuntes!)
  • El tiempo se nos va en “nada” (prendí la computadora a las 6 y ya son las 10)
  • Etc.

Hace poco me pasó con el árabe.

Como no quería olvidar en las vacaciones de verano lo que aprendí, me puse como meta escuchar unos podcasts de la BBC pero por más que quería hacerlo, no los tenía a la mano y ya habían pasado varias semanas sin que lo concretara.

Entonces, me hice algunas preguntas (que tú también te puedes hacer) para resolver el misterio.

1. ¿Qué quiero hacer?

Escuchar 10 episodios de ese podcast.

2. ¿Por qué no lo he hecho?

Porque no los tengo en mi iPod.

2.5. ¿Por qué [la respuesta de arriba]? = ¿Por qué no los tengo en eliPod?

Porque tengo unas grabaciones que ocupan mucho espacio y los podcasts ya no caben.

3. ¿Qué puedo hacer al respecto?
(Si no puedes responder esta pregunta, regresa a 2.5 y pregunta «¿por qué?» varias veces.)

Puedo borrar canciones que no me gusten / dejar sólo aquellas canciones cuyos títulos vayan de la A a la L / quitar dichas grabaciones / pasar los podcasts a mi celular en vez de al iPod.

4. ¿Cuándo puedo hacer al menos una de esas cosas para ver qué ocurre después? 

Hoy mismo, después de la comida.

__

Después de que resuelves esas preguntas, es como si se disolviera el problema. Ahora sólo pon manos a la obra con lo que dijiste que harías en 4.  y continúa con tus planes.

Lo que hice yo fue decidir que la mejor solución sería bajar los podcasts a mi celular.

Fue mucho más tardado y laborioso de lo que pensé porque nunca lo había hecho, pero al final lo logré y a partir de ese mismo día me puse a escucharlos. La verdad es que fue muy agradable escuchar ¡por fin! la lengua árabe aunque no entendía casi nada.

_

De un tiempo a acá estoy obsesionada con las preguntas. Me parece fascinante cómo nos hacen ver lo que podría ser obvio pero no lo es.

Me gusta pensar que es lo más parecido a la magia. Las palabras «nada por aquí, nada por allá» se convierten en «todo estaba aquí, todo estaba allá (pero no lo veía)».

Dale una oportunidad a estas preguntas, o crea unas propias con base en ellas. Espero que te sirvan y que sea fácil deshacerte de lo que te estorba.

«¿Y si no es fácil?»

Cuando no es tan sencillo quitar las cosas que te impiden avanzar, como en el ejemplo del francés que puse arriba –en el que no me iba a salir de la escuela por una lengua– quizá lo que sigue es dejar de intentar quitarlo, y “atacarlo” más sutilmente.

Algo así como aprender a vivir con ello.

Para ello, revisa la serie de Cambios pequeños, grandes resultados para tener alguna idea de lo que puedes hacer en muy poco tiempo al día.

Aunque tus excusas para no estudiar un idioma son válidas y tienen derecho a existir, hemos de admitir que a veces no están fundamentadas en la realidad y necesitamos que se vayan porque lo que hay más allá de ellas puede ser mucho más emocionante.

Ve descifrando poco a poco lo que se ha ido poniendo en tu camino hasta que no haya nada, o hasta que le encuentres algún punto débil o grieta en la que te puedas meter de nuevo a lo que quieres hacer.

Ah, y por cierto, no olvides contarnos en los comentarios lo que descubras. 

__

Lee más:

Qué hacer cuando la vida se interpone entre tus planes y tú

 

__

Foto de James Jordan

10 comentarios en “Disuelve los obstáculos (Un truco de magia)

    1. Georgina

      Hola, José. Elige uno de los dos y comienza apartando 15 minutos al día para ir aprendiendo poco a poco, y cuando lleves una semana así, intenta buscar 30 minutos o una hora. Saludos

  1. lamp

    Hace poco he comenzado un blog, la información de tu web me proporciona mucha informacion. Gracias por todo tu tiempo y trabajo.

    Saludos

  2. Augusto

    Si tan solo enseñaran tus métodos e ideas en las escuelas el mundo sería un lugar mejor. Me emociona y me nutre muchísimo leerte. Gracias por aportar tanto!

  3. Silvia

    Geniaaaal!, me da gusto saber que siempre si retomaste el árabe 🙂 y bueno… Justo ahora me vienen como anillo al dedo esas preguntas… he estado bastante metida en hacer unas revisiones como parte de mi tesis (ya quiero saliiiir piedaaad jaja) … Y esta última semana he notado que me regresó la apatía, perdí el ritmo que llevaba… pero efectivamente el preguntarme el por qué, me ha hecho reparar en un comentario que desencadenó que dejara de tenerle miedo a la presión que ejercía el asesor… y bueno ahora estoy pensando en qué otras cosas debo analizar para hacer algo al respecto, que me haga recuperar el foco y de ser posible el ritmo que llevaba… Gracias 😉 😛

Vamos, di algo...